Neurogénesis en el adulto: nuevas aportaciones
Neurogénesis en el adulto: nuevas aportaciones
La neurogénesis en el cerebro humano a lo largo de la vida
Hasta hace unos años se aceptaba con rotundidad que no era posible sustituir a las neuronas que morían o degeneraban a lo largo de la vida extrauterina. Pero cuidadosos estudios realizados en animales de experimentación demostraron claramente que la neurogénesis proseguía durante la vida adulta. Resultaba difícil generalizarlo y ampliarlo a la especie humana, por las dificultades experimentales que ofrece el análisis en el cerebro humano. Diversos estudios han tratado de confirmar esa posibilidad mientras que otros la niegan o, al menos, insisten en que la neurogénesis persiste sólo en los primeros años pero posteriormente desciende a niveles muy bajos.
Para tratar de clarificar esta divergencia, un equipo español de investigadores liderado por María Llorens-Martín abordó un complejo estudio sobre las neuronas presentes en el giro dentado del hipocampo de 13 personas adultas neurológicamente sanas (entre 43 y 87 años), y de 45 pacientes con enfermedad de Alzheimer (entre 52 y 97 años), que acaba de ser publicado en la revista Nature Medicine (Moreno-Jiménez et al., 2019). Se centró en comprobar si existen neuronas inmaduras a lo largo de la vida: esta inmadurez significaría que siguen naciendo neuronas en la vida adulta. A tal fin, extremaron muy estrictamente las condiciones de obtención y análisis de las muestras de cerebro extraídas tras el fallecimiento de personas cuyas condiciones fueron detalladamente establecidas.
Las técnicas de laboratorio fueron también rígidamente controladas. Con ellas se consiguió identificar en el giro dentado del hipocampo abundantes neuronas que se encontraban en diversas fases de maduración durante la etapa de su diferenciación; en su mayoría correspondían a las células granulares. La relativa abundancia de neuronas inmaduras detectadas, junto con la expresión de marcadores celulares que son característicos de fases tempranas y tardías del proceso de maduración, sugiere que tales células pasan por un largo periodo de maduración durante la neurogénesis hipocámpica del adulto en la especie humana.
Estos datos parecen confirmar, pues, la existencia de neurogénesis en el giro dentado del adulto humano hasta la novena década de su vida. Sin embargo, el propio grupo investigador ha observado que el número de neuronas inmaduras desciende moderadamente con la edad (en este caso entre los 40 y los 90 años).
¿Qué sucede en los sujetos que padecen la enfermedad de Alzheimer?
Con la misma estricta metodología aplicada en el grupo de sujetos neurológicamente sanos, la utilizaron en el grupo de los 45 pacientes con Alzheimer, en los que pudieron observar las seis fases neuropatológicas propias de esa enfermedad (etapas de Braak). También detectaron neuronas inmaduras pero en un número muy inferior al del grupo control, incluso en fases muy tempranas de la enfermedad. El número disminuía, además, conforme la etapa de Braak indicaba mayor gravedad de la enfermedad.
¿Qué sucede en el cerebro de las personas con síndrome de Down?
No se ha determinado todavía en el cerebro humano del síndrome de Down si persiste la neurogénesis también en la edad adulta, aunque fuese en menor proporción que en los cerebros neurológicamente sanos. Pero en los modelos animales de síndrome de Down se ha comprobado que existe neurogénesis en el hipocampo del ratón adulto, aunque de menor intensidad, y que puede ser incrementada por métodos de enriquecimiento ambiental.
Teniendo en cuenta los procesos de envejecimiento precoz propios del síndrome de Down, es lógico suponer que, al igual que sucede en la población ordinaria antes descrita, la producción de nuevas neuronas ―si es que existiera― irá descendiendo precozmente con la edad, y ello se agravará aún más si el cerebro evoluciona hacia la enfermedad de Alzheimer.